Cómo hacer pasta cavatelli fresca

1Mezcla la sémola y la sal, y coloca sobre una superficie de madera o mármol. Forma un pozo en el centro.

2Vierte el agua dentro del pozo, poco a poco, mezclando con la sémola al mismo tiempo. Agrega la cantidad necesaria de agua, hasta formar una masa pegajosa y compacta.

3Amasa fuertemente durante 10 minutos, estirando y envolviendo la masa, hasta que ésta se sienta elástica, pero no suave.

4Envuelve en plástico adherente y deja reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente antes de usar. Si piensas hacer el cavatelli horas más tarde, o el día siguiente, envuelve la pasta en el plástico y coloca dentro del refrigerador.

5Toma una pieza pequeña de masa y envuelve el resto el plástico adherente para evitar que se seque. Espolvorea una superficie de trabajo con harina de sémola de trigo, enrolla la masa con tus manos hasta formar una tira larga de aproximadamente 1 centímetro de diámetro.

6Corta en pequeñas piezas de 1 centímetro de largo.

7Con tu dedos índice y medio, presiona suavemente una pieza de masa, arrastrándola hacia a ti. Ambos lados se enroscarán hacia el centro, creando un huevo («cavatelli» significa huecos pequeños).

8Repite el procedimiento con el resto de la masa. Conforme más hagas, más rápido te volverás.

9Cuando hayas terminado, pasa todo el cavatelli a una superficie enharinada y espolvorea con más harina de sémola de trigo. Evita encimarlos porque se pegarán entre sí.

10Deja orear durante 30 minutos antes de cocinar. Si no piensas utilizar el cavatelli el mismo día, deja secar por 24 horas, luego coloca dentro de una bolsa de papel. Para evitar que se eche a perder, utiliza en el transcurso de una semana.