25 min.
50 min.
75 min.
Esta receta me la enseñó mi abuela que era originaria de Ciudad Guzmán, Jalisco. A ella se la enseñaron las inditas originarias de esa comunidad.
Ingredientes:
- 1 pollo entero, en piezas
- 1 cebolla, partida a la mitad
- 1 ramita de orégano
- Sal, al gusto
Preparación:
1Coloca el pollo, cebolla y orégano en una olla. Cubre con agua y agrega sal al gusto. Deja que suelte el hervor a fuego alto, reduce la flama, tapa y cocina a fuego lento hasta que la carne esté suave. Una vez listo, desmenuza la carne y reserva el caldo.
2Coloca los tomates en una cacerola y cúbrelos con agua. Deja que suelten el hervor y cocina a fuego medio-bajo durante hasta que los tomates estén suaves, pero no deshaciéndose, aproximadamente 5 minutos. Retíralos del agua caliente y deja que se enfríen.
3Calienta 2 cucharadas de aceite en un sartén mediano a fuego medio. Fríe los chiles rápidamente, cuidando que no se quemen.
4Muele los chiles fritos junto con los tomates cocidos, 1 trozo de cebolla, ajo, comino, orégano, 1 taza de caldo y sal.
5Cuela sobre una cacerola mediana con una cucharada de aceite caliente y cocina a fuego medio durante 5 minutos.
6Licúa la mitad de la carne de pollo junto con 2 tazas de caldo y agrega a la cacerola con la salsa. Incorpora la otra mitad de pollo deshebrado.
7Desbarata la masa en 1 taza de caldo y vierte dentro de la cacerola con la cuachala. Prueba de sal y deja hervir durante por lo menos 5 minutos, sin dejar de mover, hasta que la salsa quede espesa.
8Agrega más masa si la salsa está muy delgada, o adelgaza con más caldo si está demasiado espesa. Sirve bien caliente, con gotas de jugo de limón y tortillas de maíz.
Porciones:
6